EE.UU. pide tiempo para aclarar las causas del accidente de helicóptero: «Estos vuelos tienen que regularse»
Se especula sobre la causa de la tragedia que acabó con la vida de una familia española: un posible impacto con aves o con drones, fallos de la aeronave o un problema de combustible
Comunicado de la familia accidentada en Nueva York: «No hay palabras para describir lo que estamos viviendo
Las víctimas del accidente de helicóptero: Agustín Escobar, alto directivo de Siemens; su mujer, Mercé Camprubí Montal, y sus tres hijos

El accidente de helicóptero en Nueva York en el que este jueves falleció una familia española ha reabierto el debate en EE.UU. sobre la seguridad en este tipo de vuelos, muy populares en atracciones turísticas de todo el país.
Solo en Nueva York ... han muerto 32 personas en accidentes aéreos en los que estaban implicados helicópteros y ha habido una pelea durante décadas para limitar los vuelos en la Gran Manzana.
En la tragedia fallecieron los cinco miembros de una familia de Barcelona que estaba de visita en Nueva York: Agustín Escobar, un alto ejecutivo de Siemens; su mujer, Mercé Camprubí Montal, que también trabajaba en la compañía alemana y estaba muy vinculada al F.C. Barcelona (su abuelo fue presidente del club y su hermano fue candidato al cargo); y sus tres hijos. En el accidente también falleció el piloto del helicóptero.
Las autoridades no quisieron adelantar ninguna conclusión sobre la posible causa del accidente. Insistió mucho en ello la presidenta del Consejo Nacional para la Seguridad en el Transporte (NTSB, en sus siglas en inglés), que hizo hincapié en que la investigación del accidente «solo acaba de empezar», que es probable que no haya ninguna información oficial al respecto «durante días» y que la NTSB no se aventurará «con ninguna especulación» al respecto. Se barajan muchas especulaciones sobre la causa del accidente, desde un posible impacto con aves o con drones, hasta un problema de combustible. Lo único seguro es que lo se ha visto en imágenes grabadas por testigos: un helicóptero con piezas desgajadas que se cayó a plomo contra el río Hudson.
Hormendy, sin embargo, sí fue crítica con la regulación de este tipo de vuelos en helicóptero. Solo desde el helipuerto del sur de Manhattan desde el que despegó el de la familia española despegan 30.000 vuelos al año. La presidenta del NTSB dijo que su agencia ha insistido en el pasado para que estos vuelos tengan el mismo nivel de seguridad que el resto de vuelos comerciales. «Nosotros creemos decididamente en un solo nivel de seguridad», dijo desde Jersey City, la ciudad en New Jersey, frente a Nueva York, en cuya orilla se precipitó el helicóptero.
«Creemos que deben ser regulados», insistió Hormendy sobre estos vuelos turísticos, que recordó que la NTSB ha publicado informes al respecto en los que exigen que tengan grabaciones de vuelos, material resistente para colisiones y «muchas otras recomendaciones» de seguridad.
Es algo en lo que también insistió el alcalde de Jersey City, Steven Fulop, que lamentó el accidente y defendió que cada vez es más evidente que la «FAA (la Agencia Federal de Aviación de EE.UU.) tiene que regular más« este sector e imponer «restricciones al turismo en helicóptero». «Está completamente congestionado», criticó el alcalde.
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